Es un grave error pensar que sólo el coordinador de marketing – o en empresas más grandes, su departamento – hace marketing.
Si bien las responsabilidades de la ejecución de la estrategia y los planes deben recaer sobre un equipo, marketing es algo que debe hacer toda la empresa, desde el dueño hasta el mensajero.
TODOS dentro de la empresa deben tener un rol activo en mercadeo, sino el negocio avanza de modo aislado y ningún esfuerzo rendirá los resultados esperados.
Existen muchas empresas en las que el brazo comercial está desconectado de mercadeo.
Empresas donde recursos humanos no considera la función de marketing en sus procesos de contratación. Otras en las que los roles tradicionales como atención al cliente o soporte nada tienen que ver con esto.
A partir de hoy piensen que: contestar el teléfono, cómo abordar a un cliente, cómo redactar un email o cómo enviar una cotización, tienen que ver con la función de marketing.
Además, todo tu equipo debe estar educado para comprender:
- Quien es tu cliente ideal, así cuando lo tengan enfrente valorarán esa posible nueva relación y estarán preparados para conversar con él y atacar sus puntos de dolor.
- Cuál es el propósito de la empresa, y conectar desde el rol que juegan con las metas clave de tu negocio.
Si todas las empresas son de ventas, pues bien, todas las empresas son de marketing.
Por dónde empezar
Aquí van algunas acciones que pueden ayudarte a involucrar a todos los miembros de tu equipo a tomar un rol activo en marketing:
- Crear sesiones de mesa redonda donde se revisen las acciones y resultados de los planes de marketing. Escuchar ideas y perspectivas, delegar en otros algunas responsabilidades complementarias para hacerlos participes. Entender qué observan desde sus roles y considerar esos nuevos puntos de vista.
- Habla de marketing desde el proceso de reclutamiento y cómo cada rol contribuye al éxito. Indaga en algunos de los principios y habilidades del personal que ingresa, qué se requiere para ofrecer atención al cliente en todos los niveles y encarnar los valores de la organización desde su rol.
- Apalancarse en lo que hacen bien y les apasiona. Si una persona es buena en servicio puede ser el embajador de servicio al cliente; si a un miembro del equipo le gusta tomar fotos puede ser el buscador de micro momentos; o si alguien es bueno escribiendo puedes darle un espacio en el boletín mensual o que apoye revisando algunas publicaciones.
- Proceso de onboarding. Entrega a los nuevos empleados un pequeño manual con la historia de la empresa, el propósito, el cliente ideal y materiales de ayuda gráficos que puedan permitirle involucrarse en la función de marketing desde el día uno.
- Entrenamiento telefónico. Hablar por teléfono es una habilidad de muchísimo valor. Todo empleado debe estar capacitado para representar la marca y sus valores desde la línea. Un guion básico, mucha practica y seguimiento son elementos que pueden cambiar la percepción del cliente al contactarse contigo.
- Emails y chats de impacto. Desde el tono hasta la ortografía, muchos elementos escritos son cruciales en la comunicación actual. Un gran porcentaje de los primeros contactos con la marca se hacen hoy día por un chat de WhatsApp. Si el equipo de marketing segmenta, dispara campañas y consigue excelentes prospectos, no puede morir todo el intento en un primer mensaje soso, frío o mal escrito.
A este punto parece más trabajo para todos, no lo es. Es una inversión de tiempo y habilidades que retornarán valor a tu organización.
Si necesitas ayuda involucrando a todo tu equipo en la función de marketing de tu negocio, escríbeme hoy mismo para mostrarte cómo este componente hace parte del Sistema Duct Tape que utilizo con mis clientes.