Ya van no se cuantas semanas de cuarentena y todavía faltan muchas más. Hay preocupaciones por negocios, por salud, por la economía, sin posibilidad de salir de nuestras casas. Pensando en… ¿qué va pasar?
Es una situación nunca antes vista, nadie ha vivido esto. Algunos vivieron guerras, invasiones, catástrofes naturales pero nunca una pandemia global de esta magnitud. Por lo que no hay librito que valga.
Toda esta incertidumbre esta teniendo un peso grande en nuestra salud mental.
Les puedo decir desde mi experiencia trabajando solo los dos últimos años, que lo más difícil es tener fortaleza para mantenernos motivados y optimistas.
Me siento afortunado de vivir en un país en el cual nuestro liderazgo ha demostrado capacidad de reacción, toma de decisiones y ejecución. Hats off! Por que si miras alrededor, están quedando en evidencia muchos gobernantes. Pero me desvie.
Toda esta incertidumbre y tiempo de encierre puede pesar en la parte mental, y bueno tengo la suerte de tener una psicóloga en casa, mi esposa Rossana.
Rossana, es neuropsicóloga clínica y como ella lo define, su curiosidad por entender la complejidad del ser humano, y específicamente, el cerebro, ha marcado su carrera laboral.
Para ella desprejuiciar la Salud Mental es un deber de todos. Y en este momento en donde más que nunca la salud mental, decidí hacerle unas preguntas sobre el tema.
¿Desde tu punto de vista, cómo se maneja esto?
R. Estamos viviendo una situación sin precedentes, nadie ha vivido esto o algo similar. Económicamente tal vez sí, pero todavía no sabemos la magnitud de esto, sumado a la incertidumbre de que no sabemos qué nos espera en el futuro.
En mi opinión, para poder manejar esto tenemos que tener muy claro que lo que estamos viviendo es la realidad actual para luego ver cómo la manejamos.
¿En términos psicológicos, cómo describirías esta situación?
R. Es muy similar al proceso de un duelo, porque resulta que estamos grieving muchos aspectos de nuestras vidas. No ver a tu familia, no ver amigos, perder el trabajo, perder a alguien querido y encima perder tu libertad.
Pasamos por las etapas del duelo, pero ojo, no es necesariamente un proceso lineal.
Primero. recibimos LA noticia – llegó el virus a Panamá.
Negación. No me va pasar, yo soy joven, no me afecta.
Rabia. Por qué me tengo que quedar en mi casa, por qué el gobierno esto o lo otro.
Miedo. Qué pasa si pierdo mi trabajo, mi casa, como cuido a mi familia, que va a pasar el futuro cercano y lejano, que va a pasar con la educación de mis hijos.
Aceptación. Esta es la situación, no sabemos cuando va a cambiar pero esto es lo que estamos viviendo.
Aprendizaje. Que hemos aprendido, cómo podemos ayudar, cómo podemos mejorar, cómo podemos cambiar.
Superación. Logramos salir adelante, estamos sanos y salvos, tenemos y siempre tendremos las cosas esenciales en nuestra vida: nuestra familia, nuestro hogar, comida, apoyo.
Es importante tener en cuenta que “lo normal” será un normal nuevo, diferente a lo que considerábamos normal hace unos meses.
¿Se podría resumir este proceso en etapas?
R. Una manera de verlo es que tenemos tres zonas:
Zona de miedo: como mencioné, la etapa donde nos cuestionamos mucho cómo será el futuro y que va a pasar. Nada está muy claro por ende nos da mucho miedo lo desconocido.
Zona de aprendizaje: Comenzamos a tener claridad o entender esos miedos y adaptarnos. Que hemos aprendido como país de la situación de los otros países, que hemos aprendido como persona del aislamiento, que he aprendido de la situación en general.
Zona de crecimiento: Desde lo aprendido logro llegar a una etapa donde estoy presente, disfruto el momento, agradezco todo lo que tengo y lo que se fue. Pero más importante, encuentro un propósito, una guía, una razón de ser.
Se habla de aprovechar este tiempo para ser productivo. ¿Cuál es tu opinión sobre esto?
R. Estoy de acuerdo que sería buenísimo que seamos productivos y llegará un momento donde así será; pero no estamos tomando en cuenta que hay muchos sentimientos de por medio que necesitamos procesar para lograr tener una productividad óptima.
Tenemos que permitirnos tener un mal día, despertarnos y no querer hacer mucho y en estos momentos tener un momento de auto reflexión para entender qué nos está impidiendo salir adelante.
Una vez logremos identificar y nombrar esas emociones sabremos cómo manejarlas y que al día siguiente nuestra productividad aumente. Recordemos que hoy puede ser un mal día pero lo bueno es que mañana es un día nuevo que empieza desde cero.
¿Qué recomendaciones le harías a la gente?
R. La principal recomendación es VIVAN EL PRESENTE. Disfruten el tiempo con sus hijos, sus parejas. Aprovechen para cocinar, descansar, leer, crear y crecer.
Ténganse compasión a ustedes mismos con sus niveles de productividad o de descanso pero siempre reconozcan las emociones para entender que este proceso tiene un principio y un fin.
Aquí les paso ALGUNAS HERRAMIENTAS que recomienda Rossana y algunas de las cuales aplico a diario que me han ayudado:
Hábitos.
La número uno y la que considero más importante, tener bien claros tus hábitos. Tengo una lista de 7 cosas que TENGO que cumplir todos los días. Entre esos están escribir, ser agradecido, hacer ejercicio, meditar y ahora incluí llamar a un amigo.
Preguntas.
No hay mejor manera de cambiar nuestro mindset que cambiar las preguntas que nos hacemos.
Por ejemplo, si tengo un problema en el trabajo en vez de decirme, ¿Por qué pasó esto ahora?, cambio la pregunta a ¿Qué gano o qué aprendo de esta situación? ¿Cómo me veré al finalizar esta situación?
Escúchalos.
En ese momento de frustración en vez de seguir en ese eterno loop de overthinking, para y escucha tus pensamientos. Deja que hable esa vocecita hable y cuando haya terminado puedes preguntarte. “Ok, ya terminaste? Entonces, esto lo que vamos hacer.”
Puede sonar un poco loco, pero funciona. Se los dice un experto overthinker, con PhD.
Interrumpir el pensamiento.
Párate y camina, cambiar de “ambiente” yendo a otro cuarto funciona. Solo basta con salir de tu cabeza a través de alguna actividad que te haga distraerte completamente.
Ejercicio.
Científicamente está comprobado que el ánimo mejora ya que se sueltan endorfinas. Caminen, bailen, salten.
Mindfulness.
Es el momento para practicar estar presente, porque si estamos muy preocupados por el futuro, se nos olvida el presente. Tenemos que tener un pie anclado en el presente para que cuando se nos vaya el pie hacia al futuro algo nos jale al presente.
Por ejemplo meditación y agradecimiento logran conectarnos con el aquí y ahora.
Creatividad.
Busca ese hobbie que siempre que has querido como cocinar, tocar un instrumento, dibujar o cualquier actividad que te distraiga completamente y logres conectar contigo mismo.
Escribir.
Pon tus pensamientos en papel o computador. Lo bueno, lo malo y lo feo. Dedica unos minutos al día a escribir tus sentimientos, reflexiones e ideas. Como ejercicio extra, puedes finalizar con algo por lo que estés agradecido/a.
Escribir se ha convertido para mi en la mejor terapia.
Relaciones.
Es el momento para mejorar la comunicación en pareja, pasar tiempo con tus hijos, conectar, reír, disfrutar. Y por qué no? Mejorar la relación uno mismos.
Esto es más que nada dirigido a adultos pero si tienes hijos en casa muchas de estas herramientas te pueden ayudar.
Si quieren más información la pueden contactar a rardon@holisticmindsteps.com